"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Opinión
La innovación en discapacidad debe servir para poder ejercer nuestros derechos
Por Mario García, presidente de COCEMFE
27/04/2015
Basta con echar la vista atrás para comprobar cuánto han cambiado las cosas para las personas con discapacidad, pero si miramos al futuro, y sin olvidarnos del presente, es evidente que aún quedan grandes retos para alcanzar la plena inclusión.
Ese es el objetivo que persiguen todas nuestras actuaciones como entidades de personas con discapacidad. Reinventarnos a lo largo de la historia, en paralelo a los avances (y algunos retrocesos) sociales, nos ha permitido ocupar un papel esencial como agentes de cambio.
Toda innovación social debe perseguir ese objetivo y nunca debemos perder de vista nuestras prioridades: que las personas con discapacidad tengan una vida digna, con la mejor calidad de vida, en igualdad de oportunidades y sin discriminación.
En este sentido, lo primero es tener un empleo digno, que permita a nuestro colectivo su empoderamiento y la autonomía necesaria para vivir una vida independiente, contando con las ayudas y apoyos que lo posibiliten y con unas ciudades, entornos y edificios accesibles. Conscientes de esta necesidad, la red de COCEMFE y sus entidades promueve la integración laboral teniendo en cuenta los múltiples factores que a cada persona le benefician en ese objetivo y recurriendo al apoyo que ofrecen las últimas innovaciones tecnológicas. Consolidar esa alianza con las nuevas tecnologías y hacerlas llegar a todos es un reto que indudablemente tenemos que alcanzar, puesto que el apoyo que proporcionan es vital para promover los derechos y libertades fundamentales de nuestro colectivo.
En el caso de aquellas personas que por su gran discapacidad no puedan trabajar, es necesario seguir promoviendo que dispongan de un lugar adecuado donde vivir con todas las atenciones que requieran. En esta tarea, las entidades de discapacidad deben recibir mayores apoyos de la Administración para facilitar que toda persona que lo necesite cuente con una plaza en el centro que más se ajuste a sus circunstancias personales. A pesar de que más de 1.500 personas viven permanentemente en los centros de atención integral de COCEMFE, hay otras tantas que a pesar de necesitarlo, no lo consiguen por el actual copago confiscatorio de la Ley de Autonomía Personal y Dependencia. La innovación social en esta materia tiene que producirse a través de una regulación que nazca de los propios afectados y que cuente con el apoyo de la ciudadanía. Por eso es tan importante que todos respaldemos la campaña de recogida de firmas que en este sentido están realizando las entidades de discapacidad para cambiar la Ley de Autonomía Personal y que la aportación del usuario siga criterios claros, justos e iguales.
De igual modo, toda innovación debe pasar por mantener y mejorar el Estado del Bienestar con políticas públicas que promuevan de forma eficaz el acceso a la educación, la mejora de las prestaciones sanitarias y de los servicios sociales, el acceso a los tratamientos más innovadores y que más beneficien a nuestro colectivo, así como a las terapias de fisioterapia y rehabilitación de forma continuada y financiadas íntegramente por la Administración.
Aunque sea una paradoja, la innovación social debe servir para seguir conquistando lo que siempre hemos pedido: el pleno ejercicio de nuestros derechos. Desde las entidades de discapacidad mantenemos y reafirmamos cada día nuestra disposición y nuestro compromiso para seguir trabajando en éstas y el resto de áreas donde podemos y debemos mejorar.